Hemos aprendido durante los ejercicios en workshops con emprendedores que, para generar nuevos hábitos, se requiere perseverancia. Es decir, mantenerse constante en un proyecto ya comenzado, una actitud o una opinión, aún cuando las circunstancias sean adversas o los objetivos no puedan ser cumplidos en el corto plazo. 

Del latín perseverantia, este verbo hace referencia a la firmeza y constancia en una acción, y es fundamental para todo aquel que desea tener éxito. Esto puede aplicarse a distintos ámbitos como el trabajo, el estudio e incluso nuestras relaciones. 

Es importante tomar en cuenta que para ser perseverante se debe tener un objetivo claro, una meta que justifique el esfuerzo y la dedicación en un período de tiempo generalmente extenso. Una vez consigamos establecer este punto, consecuentemente generaremos los hábitos que nos permitan alcanzar dicho objetivo.

Ciertamente, en ocasiones te vas a equivocar y eso es parte del proceso. Emociones como la frustración y el agotamiento son normales, sé perseverante y verás los resultados.